jueves, 26 de abril de 2012

Ensayo sobre la verdad, por Juan Moneo Estarán

El político, el embustero y el cannabis
En este capítulo hemos tratado el tema de la verdad, tras realizar un análisis minucioso de ésta podría llegar a una definición: la verdad es relativa al campo en el que uno se encuentra, y por lo tanto en ocasiones nuestra verdad no siempre beneficiará a nuestro objetivo,  puede causar daño, por lo que el uso de la mentira podría ser aprobado. En esta situación debemos omitir la verdad, de este modo nadie sale perjudicado y no traicionamos a nuestra razón. Para considerar verdadera una verdad, debemos tener en cuenta todo aquello que le concierne, ya que depende de muchos factores (tiempo, lugar, situación,…).
Frente a la cuestión de la violencia que existe en la cruda realidad, mi opinión es clara. Debemos utilizar la mentira solamente en aquellas situaciones en las que sea imprescindible. La razón,  el uso frecuente de la mentira puede causar el mismo efecto que una droga, adicción, al principio los resultados son satisfactorios para aquel que practica este acto. Pero con el tiempo, al igual que en el ejemplo tratado, será juzgado por sus mentiras y el resultado será mucho peor que aquel que se podría haber esperado afrontando la verdad desde el primer momento. Por ello, ante estas situaciones, debemos esquivarla u omitir la verdad para que no produzca el mismo efecto que podría haber causado la revelación de ésta. La mentira genera desconfianza alrededor de aquel que habita su uso. Esta es mi opinión, no sé lo que habrá de cierto en ella, pero  es mi verdad.
La respuesta a la cuestión ¿Es absolutamente necesario mentir para ser presidente? me parece ridícula. No es para mí nada nuevo el conocer las tretas de los políticos para llegar al poder y, posteriormente, mantenerse en él. Lo que verdaderamente me asombra es como la población frente a un conocimiento vago o tal vez profundo de esta situación entra en su dinámica. Los políticos saldrán claramente beneficiados, y el pueblo en cambio, mantendrá prácticamente su misma situación. Desde un punto de vista moral no encuentro palabras para definir la inmoralidad de estos hechos,  al fin y al cabo nuestro país está liderado por aquel que mejor ha sabido someter a la población para asegurar su liderazgo. Ante esto yo me pregunto ¿Por qué nadie ha intentado llegar a una forma de gobierno moral en la cual no se den estos hechos? Pero para mi desgracia, y la de todos, creo que he encontrado la respuesta. Es simple para saber crear este tipos de gobiernos hay que poseer conocimientos sobre esto y cuanto más se conoce, más se da cuenta de lo beneficiado que puede salir si sabe jugar al juego que existe hoy en día en nuestra política. Y al final aquel que iba a ser nuestro salvador a resultado ser uno más de este juego.  Esta es mi opinión, no sé lo que habrá de cierto en ella, pero  es mi verdad.
Estoy totalmente de acuerdo con que la verdad es cierta en la época  en que se enuncia hasta que se prueba lo contrario. Cuando esto sucede la nueva visión pasa a ser la nueva verdad, así hasta llegar a la verdad absoluta.
Cualquier persona puede invalidar este escrito y presentar unas pruebas que lo superen en grandeza. Pero en eso consiste este proceso, en la exposición de lo que uno cree con certeza has a llegar a la verdad más absoluta.
Esta es mi opinión, y esta es mi verdad.
                                                                                  Juan Moneo Estarán, 1º de Bachillerato B

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